Las expectativas de los hospitaleros y comerciantes de las localidades palentinas por las que discurre la ruta son optimistas para este año

Es el Camino en mayúsculas. Un único itinerario físico en el que confluyen muchas trayectorias personales cargadas de vivencias, motivaciones y sueños. Cientos de miles de peregrinos de distintas nacionalidades que cada año recorren la ruta jacobea portando grandes mochilas llenas de ilusiones y con una única meta: Santiago de Compostela.

Itero de la Vega abre las puertas de la provincia de Palencia al Camino de Santiago Francés y San Nicolás del Real Camino se las cierra. A lo largo de estos setenta kilómetros que los caminantes y ciclistas suelen dividir en varias etapas conocen «la hospitalidad de los palentinos, que valoran enormemente», según destaca Ángel Luis Barreda, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia, así como la tranquilidad que ofrece esta provincia frente al «agobio de peregrinos» que se vive en otras localidades más cercanas a Santiago.

En lo que va de año, los pueblos palentinos por los que discurre la ruta jacobea han registrado un incremento del número de peregrinos respecto al pasado año, lo que hace a los hospitaleros y comerciantes mostrarse optimistas para lo que queda de 2015. «Hemos notado el aumento de peregrinos en mayo y junio, de hecho en mayo había casi más que ahora», asegura Carolina Blázquez, responsable del albergue parroquial de Santa María, en Carrión de los Condes, quien destaca el cambio que se produce en el perfil de los caminantes desde la primavera al verano. «En primavera vienen más adultos, muchos prejubilados y matrimonios un poco mayores que quieren hacer la peregrinación y que van sin mucha prisa porque quieren disfrutar de la ruta», describe Carolina Blázquez. «Ahora llegan personas más jóvenes, muchas de ellas solas, pero se van uniendo a otras a lo largo del recorrido formando grupos más alegres y bulliciosos que aportan siempre un ambiente muy agradable», apostilla la hospitalera.

Muchos estadounidenses

También comienzan a apreciarse diferencias en las nacionalidades de los peregrinos, ya que a partir del mes de julio es cuando empiezan a incorporarse al Camino los españoles, «al igual que los italianos, porque ambos somos mediterráneos y tenemos nuestra mentalidad de vacaciones en julio y agosto», destaca Carolina Blázquez. Son muchos los países que reportan caminantes a la ruta jacobea y, entre todos ellos, Estados Unidos ha adquirido mucho auge en los últimos años. También destaca la presencia de coreanos, australianos y canadienses, a los que hay que unir otras nacionalidades europeas que han estado más ligadas al Camino de Santiago desde sus inicios, como franceses, italianos o alemanes. Desde Alemania precisamente llegaban este jueves a la provincia de Palencia Elisabeth Hochberger y Johanna Gerg, dos amigas que iniciaron su recorrido el pasado 1 de mayo cerca de Munich y que prevén llegar a Santiago de Compostela en tres semanas, aunque no terminarán allí su itinerario, sino que continuarán pedaleando hasta Finisterre.

El presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Palencia constata asimismo un cambio en las costumbres de los peregrinos y explica cómo algunos de ellos, extranjeros y mayores, principalmente, optan por establecimientos de hostelería tradicional para pernoctar en detrimento de los albergues. «Depende mucho de su economía y de lo cansados que estén, porque algunos prefieren de vez en cuando dormir en una habitación solos y con más comodidades», reconocen desde el hotel rural Amanecer en Campos, en Población de Campos.

«Se nota que este año vienen con un poco más de alegría, porque en los pasados años se apreciaba en los peregrinos cómo la crisis había afectado a todos los países», indica Alejandro Abad, del bar-tienda De Paso, en Población de Campos. «No obstante, son muchos los que ahora buscan alojamientos con cocina para prepararse su comida en lugar de ir a restaurantes», concluye Ángel Luis Barreda.

Fuente: El Norte de Castilla